CURIOSIDADES

Aquí podrás encontrar cantidad de curiosidades que esconde este interesantísimo arbusto silvestre, desde su uso en la medicina popular hasta su aparición en obras de la literatura universal

Curiosidades variadas

Las bayas de saúco negro contienen Sambicyanina un flavonoide presente en la piel de las bayas (hasta 60%) muy utilizada como tinte: para la ropa de color azulado oscuro; también en la industria alimentaria (mermeladas, lácteos, dulces y golosinas).

La Varita de Saúco es una de las varitas que aparecen en el universo de Harry Potter. De acuerdo con la leyenda, quien la reuniera con la Piedra de la Resurrección y la Capa de Invisibilidad sería el Señor de la Muerte.

Las flores de saúco son sudoríficas. Se emplean en las anginas, en las bronquitis, en los catarros y en la escarlatina. Para uso externo son muy usadas contra los forúnculos y la erisipela, ya aplicando pañuelos sahumados o poniendo sobre la parte enferma algodón empapado con el cocimiento. La infusión se obtiene haciendo hervir 5 gramos de flores en medio litro de agua. Dosis: una tacita bien caliente, cada dos horas. Si se desean obtener resultados sudoríficos, debe tomarse una tacita bien caliente, cada quince minutos. La corteza es diurética y purgante.

El aceite de sus granos o puesto en infusión , curan la gota. El muérdago que cría esta planta, cuando esta crece cerca de un sauce, constituye un buen remedio para curar la epilepsia. Sus flores curan las quemaduras. Su corteza se emplea contra la hidropesía. El agua de sus hojas ahuyenta las moscas.

Al respecto de su longevidad dice Teofrasto, el alumno dilecto de Aristóteles, en el Libro IV de su Historia de las Plantas, “Parece también que los árboles próximos al agua son de vida nmás corta que los que se crían en lugares secos; tal ocurre con el sauce, el álamo blanco, el saúco y el álamo negro.”

El saúco en la medicina popular de Castilla-La Mancha

Curar resfriados, gripe, “calenturas”, quemaduras, “recuperación parto”, aperitivo, “golpes”, “pies abiertos”, “hinchazones”, dolores de cabeza, “flemones”, dolor de muelas, desinfectante de heridas, analgésico, “dolor de tripa”, aperitivo, “piedras del riñón”, “volver a su ser”, “las almorranas”, “ojos malos”, erisipela, “mal circulación”.

Flores, bolos (frutos), hojas, ramas, raíz.

El uso de las flores está extendido en toda Castilla-La Mancha, en infusión con miel para tratar resfriados y gripes, generalmente se tomaba sola y otras veces la encontramos mezclada con carrasquilla (Rhamnus alaternus), té de menta (Mentha pulegium) y tila (Tilia platyphyllos), o bien se preparaba una tisana cociéndola con malvarisco (Althaea officinalis) y tomillo (Thymus vulgaris).

En Guadalajara se empleaba el cocimiento de las flores de sabuco para las calenturas. También para aliviar los dolores de cabeza, se hace “ensahumando a los enfermos con flores de sabuco”, en esta misma provincia se usan también las flores como antiinflamatorio para tratar los flemones y para lavar “los ojos malos”.

En el ámbito de la veterinaria, para aliviar los dolores de tripa de las caballerías se les daban “humos de sabuco” poniendo unas flores en ascuas y tapando al animal con una manta. Los sahumerios de hojas y flores de esta planta también se pueden usar para desinfectar heridas de animales.

En la provincia de Albacete existe la creencia de que quien come estos frutos sale loco.

Además se usaba para las parturientas, después del parto, se daban lavados en la vagina con la infusión de las flores de sabuco para que todo “volviera a su ser”. Para la erisipela (fuerte inflamación de cara y cuello) se lavaban la cara con una infusión de las flores. Además, se cocían las hojas con hierba la Virgen (Paronychia argentea) y piel de culebra para “tirar las piedras del riñón”.
Esta planta también se considera apropiada para las quemaduras, para las que se machacan hojas y flores hasta elaborar una pasta que se aplica sobre la zona quemada.

En cuanto a su uso en veterinaria, en la sierra, estas flores, junto con quebrantahuesos (Mercurialis tomentosa), crujía (Digitalis obscura), corteza de pino (Pinus spp.) y malrrubillo (Sideritis bourgeana) servían para preparar una tisana, que se empapaba en paños con los que se liaban las pezuñas heridas.

En Toledo la maceración se hacía en aceite de oliva (Olea europaea) servía para dar friegas en las zonas contusionadas del cuerpo.

En veterinaria popular se empleaba en Toledo y Albacete el cocimiento de las hojas y las flores para tratar las “hinchazones” (antiinflamatorio) y desinfectar heridas.

En la Serranía de Cuenca, los vahos del cocimiento de las flores de sabuco se aplican en la boca para calmar el dolor de muelas.
En Cuenca, con el cocimiento de las flores se mojaban paños calientes y se ponían en las “rozauras” de los animales de tiro, en esta misma provincia se daban vahos a las caballerías en las zonas contusionadas para bajar la inflamación. En esta provincia se daban sahumerios a las caballerías para curarles los resfriados. Las hojas se consideran laxantes.
Para tobillos torcidos, golpes y contusiones se usa de forma externa. Se cuecen flores y hojas y se preparan paños calientes con ese cocimiento.
También se cocían las hojas con alcaravea (Carum carvi) y albahaca (Ocimum spp.) para dar lavados en la vagina para la misma razón que en Guadalajara.
El cocimiento de las hojas de esta planta se tomaba en infusión para tratar problemas de circulación sanguínea.